Vistas de página en total

sábado, 9 de julio de 2011

El sirviente

No sabía cuanto tiempo llevaba sentada en la cama sin hacer nada, cuando se durmió otra vez. Soñó cosas extrañas, con castillos antiguos y luego con escenas del Fantasma de la Ópera. Se despertó sobresaltada, las imágenes que había visto eran demasiado reales, y no entendía muy bien su significado. La última vez que vio la película fue hace años.
De repente oyó un ruido en la puerta. Se giró asustada, alguien estaba abriendo el pomo de la puerta. Se asomó un hombre de pequeña estatura. Llevaba una máscara blanca que le tapaba media cara. Era inquietante mirarle. Con un gesto me invitó a que le siguiese. Me levanté de la cama y me acerqué a él.  Caminamos por unos largos pasillos. Había demasiada oscuridad, no veía muy bien por donde iba.
Entré en un gran comedor y el hombre me acompañó hasta la mesa. Me acercó una silla y me senté. Tenía una enorme rosa roja enfrente de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario