Vistas de página en total

lunes, 13 de junio de 2011

Volviendo a la tienda

Llegó al trabajo sin ganas y con mucha ansiedad. Lo primero que hizo fue ir al médico. La dijo que el tatuaje había sido hecho por un profesional, ya que aunque la piel estaba enrojecida, no había ningún signo de hemorragia. La mañana fue muy complicada. No tuvo tiempo para pensar en nada. Había salido la nueva colección de bolsos de Louis Vuitton y tenía que dedicarle toda su atención.
Al salir del trabajo, decidió ir a la pequeña tienda donde la anciana le había dado los amuletos. Tenía demasiadas preguntas en la cabeza, y ninguna respuesta. De camino hacia allí se encendió su Ipod y el camino se le hizo muy entretenido. Cuanto más se acercaba a la tienda, más nerviosa se ponía. Con mucha extrañeza llegó hasta el final de la calle, pero no encontró lo que estaba buscando. Se paró confusa e intentó recordar a que altura exacta se encontraba el sitio. Empezó a caminar de vuelta. Llegó al número 59 de la Rue de Sevres, pero allí no había nada. Tan solo un local vacío con viejo papeles de periódico pegados en las ventanas. ¿Acaso estaba dormida y todo era un sueño?, ¿Había caído en un sueño profundo y no podía despertarse?
Cada vez comprendía menos la situación. Pero no era posible, todo lo que la estaba pasando en su vida era demasiado real como para que fuese su imaginación. Se fue a casa decepcionada. Quizás necesitaba despejarse la cabeza y coger unas vacaciones.
Cuando llegó a casa llamó al cerrajero. Este vino aquella misma tarde y cambió la cerradura. Tenía llaves nuevas. Ahora ya estaba segura de que nadie podía entrar en su casa. Por primera vez desde hacía muchos días se sintió tranquila.

No hay comentarios:

Publicar un comentario