Se adentró en la puerta y empezó a caminar por un estrecho pasillo. El cántico cada vez se oía más claro. Llegó hasta el final del pasillo y una enorme sala circular apareció ante ella. Estaba llena de estalactitas y columnas, así que se fue escondiendo entre ellas. No veía nada, solo luces a lo lejos. De puntillas casi y con la respiración controlada llegó a la última columna y se asomó.
Allí enfrente de ella estaban todos vestidos con las largas capas y capuchas encima de la cabeza. Estaban en círculo y estaban cantando hacia algo que estaba en el centro. Ella no podía ver más. Parecía algún tipo de ritual.
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